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Viernes 01 de noviembre de 2024

Emiliano Zapata y el Plan de

 
 

Representaba la justicia posible para los campesinos y más tarde el emblema de la lucha revolucionaria.

Emiliano Zapata, Francisco villa y Pascual Orozco entre otros, habían respondido al llamado de Francisco I. Madero en su Plan de San Luis de luchar contra el régimen del dictador Porfirio Díaz.

El porfiriato fue depuesto y Francisco I. Madero resultó electo Presidente de la República y asumió el cargo el 7 de junio de 1911, poco después se reunió con Emiliano Zapata y le exigió el desarme de su ejército como condición previa para la discusión sobre la cuestión de las tierras.

Insatisfecho Zapata regresó a Morelos argumentando que si las personas no fueron capaces de lograr la justicia después de levantarse en armas no habría garantía de que la obtendrían sin ellas.

Por último después del fracaso para resolver el problema de la tierra Emiliano Zapata movilizaría nuevamente a su ejército.

La defensa que hizo de los campesinos del sur lo convirtió en el símbolo máximo de la Revolución Mexicana.

El plan de Ayala fue leído por primera vez en Ayoxustla, Puebla, un poblado cercano a los límites del estado de Morelos, por el jefe revolucionario Emiliano Zapata y Otilio Montaño Sánchez, autor intelectual de este documento.

Esta proclamación política conocida también como “Plan libertador de los hijos del estado de Morelos” fue firmada y promulgada el 28 de noviembre de 1911, defendía el cumplimiento del Plan de San Luis Potosí y desconocía el gobierno del presidente Francisco I. Madero acusándolo de traicionar las causas campesinas.

El Plan de Ayala consta de quince puntos y entre las consignas más importantes en ese plan, los zapatistas llamaban a las armas para restituir las tierras a los campesinos, pues se sostenía que las tierras habían sido arrebatadas a la población trabajadora por caciques, hacendados y terratenientes y debían ser devueltas a sus dueños originales.

Entre estos elementos fundamentales del Plan de Ayala se encuentra:

  • Rechazo a la presidencia de Francisco I Madero y convocatoria de elecciones libres una vez que la situación del país se haya estabilizado.
  • La devolución de bienes y tierras a los municipios y ciudadanos en lugar de ser propiedad de grandes hacendados.
  • Nombramiento de Pascual Orozco como jefe legítimo de la Revolución Mexicana e inicio de la lucha armada como único medio para obtener justicia.
  • Confirmación de la naturaleza agraria de la Revolución Mexicana.

En el plan de Ayala se mencionan con insistencia las palabras “Sangre y fuego” o “fuego y sangre”, que solo aparecían en los escritos del Partido Liberal Mexicano encabezado por Ricardo Flores Magón.

Otro punto sobresaliente es el lema de la revolución que pronto sería llamada Zapatista, en el original del Plan de Ayala aparece el lema: “Libertad, Justicia y Ley”, o solo “Justicia y Ley” o como se leía en su cuartel general “Reforma, Libertad, Justicia y Ley”, antes de adoptar el lema final de “Tierra y Libertad”.

En 1914 se modificaría el Plan de Ayala debido a la traición de Pascual Orozco al movimiento revolucionario y su adhesión al gobierno de victoriano Huerta lo que obligó a Emiliano Zapata a convertirse en jefe de la Revolución, la enmienda ratificó el sentido original del plan y la continuación hasta la deposición del general Victoriano Huerta quien había ordenado el asesinato del presidente Madero, así como el establecimiento de un gobierno leal a los principios del Plan de Ayala.

El Plan de Ayala ponía en relieve el perfil de Emiliano Zapata apodado el “Caudillo del sur” y su apoyo a las clases más pobres como podía verse en el mayor número de miembros de su ejército libertador, él se aliaría con Francisco Villa y Venustiano Carranza con los cuales derrocaría a Victoriano Huerta y lograron cierto grado de orden en el país.

Zapata rápidamente llegó a estar en desacuerdo con Venustiano Carranza y se levantó en armas una vez más, Carranza ofreció una recompensa por su cabeza, gestándose la traición de Pascual Orozco y el asesinato del General Zapata el 10 de abril de 1919.

El documento contiene 11 hojas incluidas dos que llevan las firmas   de los suscribientes, actualmente se encuentra resguardado en el Archivo General de la Nación.

A 100 años de su muerte no podemos olvidar su obra que destaca en publicaciones, libros e inspiración de diferentes manifestaciones artísticas.

“Más morir de pie, que vivir arrodillado”

Emiliano Zapata.