¿QUÉ ES EL MOBBING?
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Uno de los problemas más comunes, pero poco estudiados en México, es el de la violencia laboral. En la cultura organizacional del país, la violencia suele guardar la apariencia de formación, de rigor profesional y aun de normalidad. Las consecuencias, sin embargo, no podrían ser más graves, dado una de ellas llega a ser la muerte.
En 1952, la escritora Daphne du Maurier publicó una novela en la que, sin motivo aparente, las aves atacan un pueblo para hacer huir a la población humana. La historia fue llevada al cine por Alfred Hitchcok, poco más de diez años más tarde, con el mismo título: The Birds (Los pájaros), convirtiéndose en un ícono del suspenso.
El comportamiento de las aves en la película es, desde luego, una exageración. Pero no una tan disparatada. En los años 60 del pasado siglo, el etólogo ganador del Nobel Konrad Lorenz describió, con la palabra mobbing (del inglés to mob: molestar con persistencia, acosar), el comportamiento de animales pequeños —las aves entre ellos— que acosan en grupo a un animal solitario, usualmente más grande o que representa una amenaza.
El término fue adoptado, poco más tarde, por investigadores de otras disciplinas, para definir comportamientos similares en las sociedades humanas. El psiquiatra sueco Peter-Paul Heinemann, por ejemplo, llamó así al acoso escolar (hoy conocido como bullying). No obstante, sería el doctor en psicología del trabajo y profesor de la Universidad de Estocolmo, Heinz Leymann —cuya obra ha sido traducida al español por el psicólogo mexicano Sergio Navarrete Vázquez—, el primero en utilizar y popularizar, hace casi tres décadas, el concepto en el ámbito laboral, en una definición de la que parten hoy todas las discusiones científicas al respecto y que dice así:
“El mobbing o terror psicológico en el ámbito laboral consiste en comunicación hostil y sin ética, dirigida de manera sistemática por uno o varios individuos contra otro, que es así arrastrado a una posición de indefensión y desvalimiento, y activamente mantenido en ella. Estas actividades tienen lugar de manera frecuente (como criterio estadístico, por lo menos una vez a la semana) y durante largo tiempo (criterio estadístico, por lo menos seis meses). A causa de la elevada frecuencia y duración de la conducta hostil, este maltrato acaba por resultar en considerable miseria mental, psicosomática y social”.