Establecer una identidad propia, en un país donde los jóvenes enfrentan el reto de diversas representaciones simbólicas, culturales y sociales, donde la dinámica compleja de su economía, entorno social y cultural han sobrepasado los límites de la interpretación social, institucional y educativa, no es nada fácil y requiere de la intervención de múltiples disciplinas.

Es en este contexto donde los sistemas de valores de los adolescentes  crean un mosaico desde lo cognitivo hasta lo emocional, es aquí donde la Educación Artística logra visualizar la manera en que las juventudes construyen sus valores de identidad colectiva.